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Inundaciones en Asturias por una tormenta de verano

Aunque hablar de Asturias es sinónimo paisajes verdes favorecidos por las frecuentes precipitaciones que reinan a lo largo de todo el año, las grandes trombas de agua caídas el miércoles 11 de julio de 2018 entre las 15 horas y las 19 horas dejaron una importante huella en la zona centro del Principado. Todos los medios de comunicación y redes sociales se hicieron eco de la noticia, ya que afectó tanto a zonas urbanas como rurales. Fue tal la cantidad de agua caída que llegó a anegar las principales calles de Oviedo, Siero y Mieres, provocando numerosos daños materiales en carreteras, viviendas y locales (tanto comerciales como hosteleros). Además, se produjo algún accidente de circulación, como un camión que se salió de la calzada y volcó a la altura de los túneles de la Bolgachina en Oviedo. Según datos de Oviedo proporcionados por la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), se acumularon casi 50 litros por metro cuadrado entre las seis de la tarde y las doce de la noche, siendo inferior a 1 mm en las zonas costeras (pluviómetro del Aeropuerto de Asturias).


Imágenes tomadas de la Nueva España (www.lne.es) y Twitter de @emiliofariza

Las intensas lluvias llegaron a saturar los terrenos de agua, siendo el principal desencadenante de varios deslizamientos de ladera o "Argayos", como el ocurrido en la localidad de Puerto que incomunicó su parte alta, en San Claudio o los ocurridos en la AS-111 a la altura de Rioturbio (Mieres) que cortó la circulación temporalmente. Las lluvias provocaron el desbordamiento de los ríos afectando tambien a la zona del baleneario de Las Caldas, causando daños en toda la localidad.


Imágenes tomadas de el Comercio (www.elcomercio.es)

CONSECUENCIAS EN LA COSTA

Los eventos de precipitación ocurridos a kilómetros de la costa no tienen una respuesta inmediata en la desembocadura de los ríos. La diferencia de tiempo existente depende del tiempo de concentración. Este parámetro refleja el tiempo minimo necesario para que toda la superficie de la cuenca produzca escorrentía hasta un punto concreto a contar desde el comienzo de las lluvias. Por lo tanto va a depender de la longitud del cauce y de su pendiente media. En este caso, la respuesta fue inmediata en el río Noreña a su paso por la estación de La Fresneda, presentando un pico de caudal de aproximadamente 1 metro en la vertical entre la noche del día 11 y las 12 de la mañana del jueves 12 de julio. Sin embargo, el gran tamaño de la cuenca del río Nalón ha mostrado un tiempo de concentración de aproximadamente 24 horas desde la finalización de las lluvias. La respuesta comenzó a hacerse notar en la desembocadura del río Nalón (San Esteban de Pravia) a última hora de ayer, haciéndose muy notables en la mañana del viernes 13 de julio tiñendo las aguas del Cantábrico de color marrón como consecuencia de los sedimentos transportados en suspensión.


Fotografías de Saúl González.

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